Ahora la mayoría de refrescos tienen hoy tapas de plástico.
Todavía queda alguna marca de estos por ahí y las cervezas, que usan “chapitas” (tapas “corona” de metal) como cierre hermético.
He recordado a las “chapitas”, que en mi infancia servían para fabricar “run-runes”, unos juguetes que consistían en discos de metal que se fabricaban haciendo que el tranvía aplastara a las chapas puestas encima del riel; se les agujereaba en el centro y se hacía pasar un cordel, pabilo o pita doble y luego poniendo los dos dedos índices se daba vueltas para hacer una especie de trenza que se jalaba y hacía dar vueltas velocísimas al “run-run”. El juego consistía en retar a otro y darse maña para cortar la pita contraria con el disco metálico (que a veces en una especie de preciosismo asesino, se afilaba).
Hoy que veo una promoción de gaseosa en que muestra sus tapas plásticas marcadas (como se hacía antes, en las promociones, con las chapas) me doy cuenta que un juego popular ha desaparecido. Igual que desaparecieron los tranvías en Lima y las “chapitas” que dentro tenían una pieza de corcho, como “suple” para asegurar que taparan herméticamente (después fue de plástico delgadito). Veo ese comercial y pienso también que con esas tapas de plástico, no se pueden hacer “run-runes”.
Con las chapitas, se hacía la cortida de la puerta de entrada de algunas almacenes de barrio, las unían con aritos de metal, los felpudos de la puera trasera, y no sigo, porque me estoy delatando…
También se usaban para nivelar las mesas de los bares, que extrañamente, siempre cojeaban… 🙂