Una denuncia periodística (“La República” 5.1.2015) hace saber que petróleo donado por Aduanas a la FAP en Tumbes, “voló” a un grifo particular.
Por supuesto el silencio es la mejor respuesta en este caso como en otros que comprometen a fuerzas armadas o policía. Hay imágenes y testimonios. Lo más probable es que se nieguen las primeras aduciendo un montaje fotográfico y los testimonios incriminatorios reunidos se desautoricen, ignoren o acallen bajo un equivocado y nefasto “espíritu de cuerpo”.
La corrupción es como el óxido: ataca al metal hasta deshacerlo y convertirlo en polvo. La corrupción está vivita y coleando en nuestro país. Hay corruptores y corruptos.
Este es un caso más que involucra al Poder en sus diferentes escalas. Poder corrompido y corruptor. ¿Qué piensa y espera el peruano común y corriente que ve suceder esto y al que se le pide que “confíe”?
Hay que hablar en voz alta y desterrar el pacto infame de hacerlo murmurando. A veces se cree que el tiempo es elástico y que no importa porque las cosas “hay que dejarlas así no nomás” y no preocuparse, que “todo pasará”.
A veces, la vergüenza parece que se perdió. Como la honestidad.
FOTO: “La República”
Debe estar conectado para enviar un comentario.