Viendo las estadísticas de mi blog, me doy cuenta que en estos días de fiesta la visita ha caído ylo primero que se me ocurrió es que los temas que ofrecía no eran interesantes, con títulos poco atractivos; pero pensándolo bien y mirando otros sitios y las frecuencias de visita, me doy cuenta que el “bajón” es bastante general, y aunque “mal de muchos consuelo de tontos”, creo que es un fenómeno propio de esta época, en la que parece no haber tiempo para nada y en la cual, lo que menos hacemos es leer.
Digamos que “me alivia” una cosa así y no siento que sea mi única y exclusiva culpa el tener pocos visitantes…
Facebook muestra poca actividad y lo mismo pasa con Twitter. Supongo que en general esta actividad de la red baja por estas fechas y quiero creer que es porque estamos ocupados en relacionarnos unos con otros en forma personal. Parece pues que el abrazo físico prima sobre los temas virtuales.
Hoy, seguramente, se volverá a los niveles “normales” y este será un indicador de que todo vuelve a su nivel. En el fondo lo lamento, porque siempre es preferible el calor de un abrazo a la frialdad de oprimir teclas; sin embargo, también pienso que nunca abrazaríamos a todos a quienes electrónicamente podemos. Son cosas que me hacen pensar que muchas veces la eficiencia resta calidad y que es algo que no debemos permitir que suceda, sino poner un poco de nuestra parte para lograr en vivo, lo que se ve bonito en una pantalla de computadora.
P.D.: Hoy es cumpleaños de mi padre, que si estuviera vivo, tendría 108 años. De él y de mi madre, aprendí el valor de los abrazos.
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