La frase que Kennedy pronunció e hizo famosa nos enfrenta a una realidad que hoy, más que nunca precisa del concurso de cada uno en el Perú. Estamos acostumbrados a reclamarle al Estado, pero a la hora de aportar lo que debería ser nuestra cuota, miramos a otro lado, creyendo que así disimulamos. Estamos prestos a estirar la mano, pero no tendiéndola, sino pidiendo. Sentimos “que se nos debe todo” y nos extrañamos, enojamos o nos negamos a participar cuando de dar se trata. Aunque sea lo mínimo.
En una sociedad egoísta donde los demás no existen, la solidaridad es una rara avis. Cuando miramos a los problemas que atañen al país, decimos que son los problemas de “ellos”, como si no formáramos parte del Perú. Y esto no solo ocurre en nuestra capital, sino en cada una de las ciudades que forman el territorio nacional.
Dicen que si sufrimos algo personal, el asunto es tragedia y que si el 40% de los niños de Puno, mueren de frío, por ejemplo, es una estadística. Nos hemos acostumbrado a mirarnos el ombligo, no ver más allá y sentirnos el centro con exclusión de todo lo demás.
El sueño de Fernando Belaúnde, Cooperación Popular, empezó a hacerse realidad y quedó en sueño. Es cierto que hay ejemplos todavía pero lamentablemente confirman la regla de un egoísmo olímpico. Es que esos son eso: ejemplos y no forman constante. Siempre ubicamos el “yo” en primer, segundo, tercero y por fin, en el sitio que siga sin conceder espacio ni cabida a otras personas. Esperamos la ayuda y no queremos darla. Nos sentimos herederos de todo y deudores de nada. No miramos a la Historia y por eso parecemos estar condenados a repetirla: así no vamos a ninguna parte.
El punto es que ya perdimos la posibilidsd de dialogar con el otro de ver sus necesidadess (quiza nunca tuvimos esa capacidad) y con internet el asunto se ha vuelto mas grav, basta con recordar las ultimas elecciones. Buen post!
Tienes razón. ¡Gracias! 🙂
En mi humilde opinión el problema va por cómo es entendida la solidaridad. Solemos relacionarla con quitarnos algo (tiempo, dinero, cosas materiales, esfuerzo) para darlo a otro y no con un espíritu de participación, de convivencia. La velocidad a la que vamos no nos permite notar que «convivimos» con ese otro, «habitamos» en el mismo distrito, país o mundo y que, todo aquello que aporte un beneficio a ese espacio y a ese tiempo redundará en bienestar para uno mismo, los que amamos y proveerá de suficiente fortaleza espiritual a aquel que recibió el apoyo para que continúe la «cadena». Personalmente lo entiendo como un mimo indirecto, como una inversión personal o familiar, como la educación vivencial que podemos dar gratis a nuestros hijos para que más adelante encuentren oportunidad de desarrollarse, prejuicios limitantes de lado, enfocados en la construcción de una sociedad «apta para todos». Nadie puede afectarlo todo, pero cada quien tiene un talento y es saludable ejercitarlo en haras de la satisfacción personal y un presente en el que dé gusto VIVIR. Creo que a eso se debe parecer la felicidad. Un abrazo, profe, gracias por el espacio y la reflexión.
Por algún motivo que no se cuál es no leí este post tuyo Manolo, hace casi tres años que lo subiste. Citas a dos grandes y famosos estadistas, Kennedy y Belaunde, siempre acertados (hasta donde yo sé) en sus filosofías y obras.
Es que creo que sus enseñanzas, aunque válidas y actuales, no se tomaron ni se toman en cuenta. Somos lo que queremos (aunque no lo queramos).
MAESTRO!!!
🙂 🙂
¡Una excelente reflexión! Gracias por compartir, ya que hay mucho para meditar en este post. Abrazo 😀
¡Muchas gracias! Comparto mis pensamientos porque siento que pueden ser multiplicados, extendidos y aprovechados por quienes tienen la paciencia de leerme… ¡Abrazo grande! 🙂 🙂
Es una de las cosas realmente buenas que tienen estas tecnologías de comunicación. Ha sido un placer visitar tu espacio. Besotes 😀
Es una verdadera ventaja y maravilla. Lo que estuvo reservado para unos pocos, se generaliza.
Regresa cuando quieras…. ¡Besos! 🙂
Será un placer! Besos 😀
🙂 🙂 🙂
This is inspiring. It seems the troubles are universal, as are the solutions
he cure is there. Nobody seems to see it. 🙂