Como todos los martes, jueves y sábados, ayer me senté a hacer el crucigrama que trae “El Comercio” y que ideó Mario Lara, un extraordinario boliviano que fue en algún momento redactor de McCann Erickson en Lima. A veces me hago esperar un día y lo resuelvo de una sola vez. Otras, cuando aparece el “Gigante” tardo un poco más pero desde hace años es un entretenimiento que he tratado de obtener de los crucigramas tradicionales, las llamadas “pupiletras” y en general de todo acertijo que suponga componer palabras. Los hoy tan populares “Sudokus” ni los miro, pues los temas numéricos no se han hecho para mi.
Recuerdo el comedor de la casa en la que vivimos con mis padres en la calle 28 de julio en Barranco y a Manuel Enrique sentado en su sillón verde reclinable desde el que veía televisión, tomar el diario y ponerse a llenar las columnas, con su lápiz Parker, negro y plateado. A veces me preguntaba sobre artistas de actualidad, películas o canciones que desconocía. Si no obtenía las respuestas, inventaba, cerrando así el entretenimiento y pasando a otra cosa. Cuando yo lo cogía para ver sus respuestas y le decía que estaba inventando tal o cual cosa, me respondía riéndose y diciendo que seguramente se habían equivocado. Estoy seguro que su cultura se estrellaba contra la foto de una artista en bikini o la simpleza de una palabra. ¡Cuánto aprendí y aprendo con el juego! Nuevas palabras, significados y frases enteras m suponen después de agotada mi memoria y mis conocimientos, buscar ahora en Internet y antes en el viejo diccionario Espasa de dos tomos aquello que falta para terminar y lo que excita mi curiosidad. Mis tías de Arequipa, Graciela y Carmela, hermanas de mi madre, resolvían el pasatiempo y lo enviaban para participar en el sorteo semanal. Más de una vez la suerte les sonrió y sacaron premios. Tenían una libretita de tapas duras, donde anotaban las respuestas frecuentes: Todo un pequeño diccionario enciclopédico escrito a mano. Las recuerdo claramente en las tardes de mis vacaciones en Arequipa, de visita en la casa de la calle Santo Domingo, con “El Deber”, “El Pueblo” y “El Comercio” apilados sobre la mesita de mimbre de su cuarto, preparándose a enfrentar al “Geniograma” que este último periódico les traía.
Alguna vez pasé cerca del diario en el centro de Lima, en día que se cerraba la entrega para entrar al sorteo y vi a cantidades de personas que buscaban terminar el acertijo y algunos que vendían soluciones enteras o cobraban por completar palabras.
Es curioso, pero a pesar que los años pasen, resolver el “Geniograma” es algo que marca para mí tres días de la semana. Es un hábito sencillo, pero que me entretiene y hace que siga aprendiendo.
El infarto cerebral me dejó sin poder escribir por mucho tiempo. Aunque parezca tonto, lo extrañaba y mis primeros intentos de escribir luego, fueron para llenar los cuadraditos en blanco: Así ejercité un poco mi memoria y fui recuperando poco a poco la facultad de escribir, trazando letras, mayúsculas es cierto y un poco inseguras al principio pero que han hecho que aunque mi letra sea horrible, pueda escribir a mano de nuevo, porque usando el teclado lo hice antes: No es lo mismo ajustar una tecla que trazar una letra.
Ahora hay muchos crucigramas parecidos al que Mario Lara nos regaló con su enciclopédico saber. Compro (mientras salga) la revista que publica Josip Muhvic-Pintar, ducho baqueano en esas lides de crear acertijos. Sin embargo ya sé que tres días a la semana voy a tener compañía. Antes hacía el crucigrama que traía los domingos un suplemento de “El Comercio”: Era muy sencillo de hacer y se acababa rápido. Sí, es cierto: Compro el diario porque esos días trae “Geniograma”. ¿Las noticias y sus comentarios?: Para eso tengo Internet.
El geniograma me hace acordar a mi padre Alberto, èl resolvìa los geniogramas del Comercio con mucha propiedad, algunos temas modernos de peliculas, actores o literatura me preguntaba a mi y en todos los años que resolviò el geniograma sòlo una vez le sonriò la suerte y saco un premio. Hace unos 3 años gane el segundo premio de un geniograma gigante, S/.2,000.00 con lo cual ayude a mi hijo a pagar una cuota de una maestrìa que llevaba en Centrum de la Càtolica. Es un entretenimiento super simpàtico, entre mis hermanos Pancho y Margarita y mi sobrina Paty nos comunicamos para resolver y llenar los claros para completar el Geniograma. Nos acompaña, nos ilustra y une a las familias. Gracias al diario El Comercio y a la fam. Lara.
El Geniograma es una institución, me suelen llamar desde Arequipa para comparar resultados…
Manolo.
es lo mejor que exsite en el peru, me encantaria que me dijieranm cuantos geniogramas dificiles se editaron
Estoy de acuerdo!!
No sé cuántos se publicaron, se pronto de diario pueden responder…
Gracias por leer!
🙂
no he podido conseguir la revista de los 52 geniogramas. alguien me puede ayudar por favor, los geniogramas de el comercio son adictivos
¡Hola!
De pronto en el mismo diario te pueden atender. No creo que ningún kiosko lo tenga a estas alturas…
Sorry no poder hacer más.
Saludos,
Manolo.
🙂
Pueden visitar la página «El Rincón del Geniogramista» en Facebook, es una página super completa sobre los geniogramas del Diario El Comercio.
¡Buen dato! 🙂
Amigos geniogramistas:
Les comunico que existe un Diccionario para ayudarnos en la solución de nuestro pasatiempo favorito.
Para mayor información visiten:
http://www.gramafacil.com
Saludos cordiales,
Roy BERTA HINOSTROZA
gramafacil@gmail.com
T. 4598130
¡GRACIAS! 🙂 🙂