ME PARECE SENSACIONAL!


Sencilla-gran-idea. Impecable realización. Buena edición. Uso de la red social (e Internet en general) ejemplar.

Hoy ha llegado 25 veces a mi Facebook (25 buenos amigos!) y lo he visto  por lo menos en tres sitios de publicidad en Internet. Me llegó en 6 correos también. Se expande rapidísimo y es verdaderamente bueno.

Felicitaciones a quienes lo hicieron y a quien permitió que se hiciera, o sea, el cliente.

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JAVIER DE BELAUNDE.


 
La República, el lunes 26 de abril de 2010
Javier de Belaunde descalifica
declaraciones de monseñor Cipriani

Defiende a rector de la PUCP Marcial Rubio
Jurista está de acuerdo con diálogo,
pero dice que U. Católica no renunciará a sus derechos

El catedrático de Derecho de la Universidad Católica Javier de Belaunde descalificó las declaraciones del cardenal Juan Luis Cipriani, quien tildó de intolerante al rector de esa casa de estudios, Marcial Rubio Correa.
Según el docente, acusar a Rubio de intolerante es no conocerlo. Además, destacó que fue Rubio quien, en su época de estudiante, luchó para que la Universidad Católica se democratice a través del sistema escalonado de pensiones.
Respecto al pedido de diálogo del cardenal Juan Luis Cipriani entre las autoridades universitarias y el Arzobispado de Lima sobre el conflicto por la administración de la Católica, De Belaunde señaló que «el diálogo es el mejor camino».
Sin embargo, aclaró que ello no significa que la Universidad Católica renuncie a sus derechos. «La Universidad Católica ha defendido con énfasis la autonomía universitaria, ha defendido claramente una propiedad y sus derechos. Creo que es muy difícil transigir sobre esos temas», afirmó el catedrático.

VOTO INFORMADO.


El JURADO NACIONAL DE ELECCIONES está desarrollando una campaña para que el público votante se informe.

Tradicionalmente el voto, obligatorio en nuestro país, ha sido visto como algo «que hay que hacer». No nos damos cuenta que cada voto tiene valor. El valor de la decisión. El valor de la aprobación de planes y propuestas que pueden catapultar al distrito, a la región y al país o hundirlos

Esta vez tenemos hasta tres votaciones: Alcaldes, presidentes regionales y presidente de la república (más congresistas). Es decir que nuestra responsabilidad crece y si no decidimos correctamente, pagaremos las consecuencias.

Muy buena labia, pose y palabras bonitas se unen para convencer. Las promesas llenan el ambiente y los eslóganes, pintas y todo tipo de material aparece en las calles. La radio y la tele se saturan con mensajes, ofrecimientos y toda suerte de avisos políticos. Es la época electoral. Una etapa de mucho desconcierto a la que se suman los medios con información variada (y muchas veces sesgada), las encuestas y todo lo que contribuye a marear al ciudadano.

Por eso, la campaña iniciada por el JNE sobre VOTO INFORMADO me parece no sólo acertada sino necesaria. He escuchado a los voceros de este organismo oficial hablando por la radio y he leído las entrevistas que les fueron hechas en los diarios. Tratan de inculcar civismo, porque no se trata de otra cosa.

Civismo que no abunda en nuestro país, donde el voto -por ejemplo- además de ser visto como una tediosa obligación, no reviste la importancia que tiene como opción para elegir lo que uno verdaderamente quiere.

Votamos por cualquiera, con el corazón, el estómago o el hígado y no con lo que deberíamos: el cerebro. Votamos y nos quejamos después. Votamos «por el menos malo» sin medir ninguna consecuencia. Vemos esta acción como algo que nos estorba y de lo que queremos salir cuanto antes. No nos damos cuenta que con nuestro voto podemos cambiar las cosas y obtener un país vivible, con desarrollo e inclusión.

No sabemos quiénes son nuestros congresistas y recién con el tiempo descubrimos que algunos son traferos, mentirosos y a veces hasta delincuentes. Y por ellos hemos votado. No importan las ideas ni los planes y programas. No leemos, no nos enteramos, yendo a votar ignorantes y sin saber nada.

Tenemos el DERECHO a ser informados y el DEBER de informarnos. Nadie puede escoger bien si no conoce lo que elige. Ni siquiera en una compra minúscula actuamos así. Y entonces porqué nos jugamos el futuro tan alegremente?

Los candidatos y los partidos políticos tienen el DEBER de INFORMAR. De ser TRANSPARENTES y decir lo que harán.

EXIJAMOS nuestro derecho y CUMPLAMOS con nuestra tarea. Cuando llegue la hora de votar, TENEMOS QUE SABER.

Nuestro voto debe ser un VOTO INFORMADO, de otro modo, como los borregos, seguiremos al que encabeza la manada o como los cuyes de tómbola, iremos hacia la casilla que tiene la engañosa lechuguita dentro.

FIN DE SEMANA.


Hoy es sábado por la noche y me siento para escribir este post con nada preconcebido. El título -bastante genérico- lo delata.

Este es el fin de semana anterior al siguiente, en el que termina abril. Sin querer han pasado ya cuatro meses del año y el camino se acorta hacia el final. Cuatro meses que a mi me han parecido muy cortos, especialmente en estos dos años electorales en el Perú, donde tres elecciones nos distraerán y requerirán de nuestra atención. Peligrosamente cerca a ese 2012 objeto de libros, películas y que los mayas anunciaron como el cambio de época (con o sin cataclismos, según los diversos autores que traten el tema).

También es un fin de semana cualquiera, con café y conversaciones, con lecturas tranquilas y pequeños trabajos que corrigen atrasos que han ido acumulando los días. Un fin de semana de estos en los 63 años que llevo dando vueltas, tratando de vivir lo mejor que se pueda en la medida de las posibilidades.

He llegado a casa y no hay luz en las calles por alguna avería en el sistema seguramente. Pasada la reja termina la boca de lobo y entro en una zona donde la electricidad no se ha ido y me permite sentarme y escribir, esperando que lleguen visitas que  comunicaron que vendrían a charlar un poco. Unas pequeñas pizzas ya listas, bebidas gaseosas y algo de snacks de bolsa para entretener la conversa. Pierce, la gata, fuera, merodeando en busca de aventuras por el jardincito exterior y sacándole provecho a una oscuridad en la que ella ve perfectamente.

Un sábado por la noche, primer día de este fin de semana hasta ahora normal y sin mayores estrépitos.

Luego vendrá el domingo y arrastrará sus horas hasta llegar a algún programa nocturno de TV, más escuchado que visto, a lecturas intermitentes y preparación del lunes. «Un lunes cualquiera» como decía el spot de Telefónica que me gusta.

Y así, avanzar por los días de la semana hasta el siguiente sábado en que mayo se convierte en mes y se celebra (donde se celebre) el Día del Trabajo, el Primero de Mayo.

Afuera, lejos, un estruendo como de choque pero sin asomo de bocinas. Debe ser otra cosa o yo he escuchado mal.

Fin de semana. Como ven, sin mucho qué decir pero con ganitas de escribir algo.

SER AMABLE.


De pronto la edad nos vuelve «renegones» y por eso muchas veces lo que escribimos es poco amable o si podemos, sarcásticamente hiriente. Es decir, no somos lo suficientemente amables como para ser leídos sin sobresaltos o fruncimientos.

Creo que lo que sucede es que como decía Vallejo: «…la resaca de todo lo vivido se te empoza en el alma» y en cada opinión se nos rebalsa un poco ese pozo que se ha ido acumulando en una ciudad como Lima, en un país como el Perú, en un continente como América Latina y en un mundo como la Tierra. Es decir, no encuentras escapatoria, cuando el lema general es «No te preocupes hermanito, nadie se va a dar cuenta; déjalo así nomás».

Lo digo, porque cuando veo la estadística de lectores de mi blogcito, me doy cuenta que crece cuando la «amabilidad» de lo que escribo sube. La amabilidad y la inocuidad. O claro, también puede ser que nunca mis posts alcancen cotas interesantes y sólo cuando algún titular se manifiesta osado o contestatario la lectoría aumenta.

En fin, a veces decir lo que uno ve o siente no resulta  amable ni grato. Pero creo que hay cosas que no se deben callar. No se trata de hacer hígado y  ver únicamente el lado malo de la cuestión, pero estamos como estamos precisamente porque en general no nos importa mucho lo que pasa. Estoy seguro que tampoco importan mis posts, pero a mí me sirven para decir lo que no me gusta, no me parece o con lo que no estoy de acuerdo. Por supuesto que también sirven para celebrar lo bueno, aunque curiosamente pareciera no ser tan grande  como lo otro. Lo digo sin ser pesimista, ojo, ya que siempre he creído que las cosas pueden ir bien si nos ocupamos de que ello suceda, no sólo si nos «pre-ocupamos».

Nada más. Esta vez mi amabilidad se expresa en terminar aquí.

LA FRONTERA DE LAS EMOCIONES VIRTUALES.


ESTE POST ME PARECE DE IMPORTANCIA CAPITAL, de ahí mi atrevimiento al transcribirlo íntegramente. Lo publica hoy LASBLOGENPUNTO y una lectura atenta es lo menos que merece.

La frontera de las emociones virtuales. La ficción lucha por superar la realidad. Posted: 21 Apr 2010 12:09 AM PDT.

A medida que pasan los días -y digo días porque el tiempo ya no es un baremo largoplacista- la sociedad se sumerge cada vez más en una batalla en la que lo virtual y lo real luchan por dominar nuestro escenario emocional. Cada mañana, el mundo se despierta con más gente enchufada a la red. Nos estamos convirtiendo en apéndices de un sistema en el que la presencia virtual marca la diferencia entre quienes «viven al día» y quienes «viven alejados de la realidad». Una diferencia que ha convertido en «normales» a los que antes eran «frikis», y en «frikis» a los que antes eran «normales». Tanto es así que no tener un perfil en alguna red social se puede convertir en un déficit que puede llegar incluso a afectar a nuestro devenir profesional y personal en un futuro no muy lejano. No es extraño comprobar cómo, cada vez más, los requisitos para acceder a un empleo pasan por poner a disposición de nuestro contratante nuestro currículum social, reflejado en forma de perfil en red. Estamos derivando hacia un modelo de interacción singular, muy diferente a lo conocido hasta hace bien poco. Vivimos un proceso de virtualización personal en el que nuestra esencia como individuos se expresa al amparo de un un nuevo formato tecnológico. La comunicación se virtualiza y con ella, nuestras relaciones con el entorno. Vivimos en un mundo que se globaliza hasta tal punto, que muchas de nuestras relaciones personales nunca pasarán a un plano «real». Es un hecho constatable que estamos «viviendo en una nube». Proyectamos nuestra personalidad hacia ese mundo virtual, en el que es obligatorio «estar para poder ser». Y eso conlleva una pérdida de tangibilidad, que debe ser suplida con aportes emocionales potentes. Este es el motivo por el que las marcas pugnan por hacerse hueco en nuestra escala emocional. Tratan de «aportarnos» experiencias que despierten nuestros sentidos -pasión, felicidad, sorpresa, tensión, riesgo… – sin necesidad de que nos esforcemos lo más mínimo, sin que tengamos ni que levantarnos del sofá. Y poco a poco, está cambiando el tópico de que la realidad supera la ficción… Las marcas están consiguiendo que sus propuestas sean mucho más aprehensibles, superando las barreras de lo intangible y acercándolas a nuestra vida real. Aparecen propuestas que trascienden de su entorno tecnológico habitual y se trasladan al espacio natural. Lo virtual está superando la frontera que le marcaba la tecnología y ahora invade cada rincón de nuestras ciudades y de nuestras vidas: wifi, realidad aumentada, pantallas gigantes… No hay defensa posible. El interés económico es tan fuerte, que no hay línea Maginot que lo frene. Ahora bien, por mucho que se empeñen, por mucho que la tecnología avance, siempre tendremos un poder inalienable que nos permitirá seguir siendo humanos: nuestros sentimientos… No queda otra. Frente al virulento y fatuo orgasmo que provocan de las emociones, ficticias, mantengamos el placer sostenido y profundo de nuestros sentimientos. Esa es nuestra mejor defensa. Esa es nuestra última frontera y nuestro único y exclusivo poder.


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